mmmM... vaya re.sonares! desenredamos? o destejemos?


m.m.m.m
re.cordando mis enriedos
.

Estamos desenredando colectiva e individualmente los nudos parece. Esta bueno si se muestran y así vamos enderezando lo torcido e iluminando las marañas. un pájaro me susurró que recuerde enviar la intencion y q se disipen.
Asi sucede. 



a veces siento que además del corazón, los ojos y el alma se me enriedan. o se me estarán desenredando?
cuánta interferencia! puf!

ffffffffffffffffffffffffffffffffff. soplarle!



  

hoy conté de nuevo, después de mucho tiempo, un fragmento, un capítulo de mi (larga, extensa, detallada y diversa) historia de amor de a dos y con mucha tos, en el viaje del amor.

Ya estoy más lejos de todo lo que viví, pero (de alguna misteriosa manera y por alguna aún más misteriosa y espero que no tenebrosa, cuestión) está volviendo al presente. Resonando.

Este episodio de mi viaje en el amor "apareció" de repente en una charla con una amiga, mientras transformaba en ovillo una madeja de lana verde que, mientras le contaba la historia, se me enredó y luego se me enredó más, y más, y más...

Sentí que es el hilo de mi corazón el que está enredado en muchas confusiones, que necesito desenredar y ovillar de nuevo, en un solo ovillo, y con él crear un nuevo tejido. Algo de verdad nuevo para mí. En lo que el amor disponga.



Me voy a dormir, así todo esto se ordena en mí.
y en mi tejido del amor
(…)


 



ideas?

(mirate los "cuentos"...

"la Mujer de la Zarza de los tormentos"

mmmm
¿este cuento?

(pero no PARECE tan TORMENTOSO este momento)
está como nublándose
y se perciben interferencias electromagnéticas nomás


¿mmmm?

pues la verdad que igual entre los enriedos y nudos
se huelen las marañas


a ver qué cuenta




... “las zarzas de los tormentos entre los ciruelos”
Caminando llego a un claro.
Y veo a una mujer de largos cabellos negros, parada de espaldas a mí, en el centro del claro rodeado de ciruelos silvestres.

Al sentir su presencia, me acerco sigilosa, para que no me perciba. Me escondo detrás de unos árboles, a contemplarla y escucharla con todos mis sentidos.

Ella me presiente y se da vuelta a verme.

No llego a verla con claridad pero su rostro y su mirada me resultan familiares. No quiero que me vea. Me escondo dentro del árbol. Me sumerjo y me hago una en él.

La mujer está asustada. Llena de miedos y escapando de los fantasmas de los tormentos, que brotan de las grietas de sus vestidos hechos harapos y de sus cabellos, como ideas negras... se ocupa sólo de “luchar” contra sus fantasmas intentando espantarlos con los movimientos de sus brazos, pero ellos no la dejan... en un momento se queda quieta. Se detiene... siempre de espaldas a mí... no me ve. Al quedarse quieta y dejar de moverse, siento que está rindiéndose. Entregándose a esa oscuridad que la envuelve...

“no lo hagas”, le susurro, en los vientos...

Ella mira, al aire, perdida, pareciendo escuchar mis palabras, pero no puede escucharme y tomar fuerza de ellas. Su mirada está perdida, su alma está confundida y pidiendo ayuda sin que ella pueda expresarlo. Lo escucho viendo sus ojos, con los pómulos negros y hundidos. Los fantasmas están dentro de ella y no le quieren dejar conectarse con la luz de su corazón, que empieza a envolverse de humos grises. Sus largos cabellos ocultan una profunda y antigua herida. No puedo verla, pero la siento en mi cuerpo, reconociéndola.

(visualización)
respira en tu corazón y reconoce tu herida. Siente en tu cuerpo dónde está. Visualiza su forma, qué sucede en ella, qué sensaciones y sentires te abre y deja que tu alma te cuente de dónde viene y con qué está conectada...


De su herida brota una planta que se transforma en una maraña de negras zarzas espinosas que empiezan a envolverla, hasta ocultarla por completo. Ahora la maraña que la envuelve es impenetrable. Ya no puedo verla, pero empiezo a sentirla más clara en mi corazón, desde el árbol dónde estoy, y a escuchar, por las raíces del árbol, que recibe desde las raíces de las zarzas, el latir que emiten sus pesares y tormentos.

(Meditación)
imagina.visualiza.siente, conectando con tus raíces, los pesares y tormentos que están guardados en tu corazón... sean tuyos, de tu familia, de seres de tu entorno. Siente en tu corazón estos pesares, alivianándolos en tí, respirando en tu corazón, visualizando que al inhalar, la luz entra a esas memorias, y dándoles liviandad al exhalar.


En un momento, la zarza empieza a desvitalizarse hasta secarse completamente. La veo, desde donde estoy, negra y chamuscada como si el fuego la hubiera arrasado. Parece muerta a la vista, pero la vida late en su corazón. Lo escucho a través de las raíces y lo siento en el mío. Sé que es el latido del corazón de la mujer de los negros cabellos, convertidos en zarzas.

Por las raíces, le envío un impulso de vitalidad desde donde estoy y entonces de la zarza chamuscada brotan burbujas de los: son sus recuerdos, las memorias que la atormentan. Uno detrás del otro, brotan y giran entre los ciruelos... parecen perdidos, buscando que “alguien los vea”.

Salgo del árbol y me paro frente a ellos.
Aquí estoy, les digo, los estoy viendo. Los estoy escuchando.

Con mis manos, hago unos movimientos, para integrarlos a todos a una sola burbuja.
Las burbujas se juntan en una sola y me muestran más clara y nítida una imagen, que porta la esencia que generó todos esos tormentos en la mujer.

Contemplándola, la escucho. Siento en mi cuerpo las sensaciones. Las vivencias. Las respiro en mi corazón. Y me meto dentro de la zarza, fundiéndome en unidad con ella. De mi corazón, latiendo en unidad con el de la mujer de los negros y largos cabellos, dejo salir una luz dorada, y le doy la intención que vitalice la zarza, la ilumine, le devuelva la vida.

La luz dorada empieza a recorrer la zarza, iluminándola por completo, transformándola. Cuando la zarza está iluminada, me retiro, y vuelvo a mi árbol, a escuchar contemplando, qué sucede.

Envuelta en hilos de luz, la zarza se transforma en una planta de hipomoeas, y abriéndose, la mujer de los largos y negros cabellos, brota de ella, revitalizada y transformada. Ahora es una mujer de largos y blancos cabellos, con destellos en lila, y vestidos de intenso violeta, como las flores de hipomea que cuelgan de sus cabellos y sus ropajes. 









 

Se mira a sí misma, sabiéndose liberada del hechizo que la envolvía...
llora luz dorada de sanación, que cae sobre las plantas, que en ese instante florecen encendiendo la luz de la sanación y la liberación. Llora agradeciendo al cielo y los rayos del sol la iluminan envolviéndola en halos dorados... llora agradeciendo a la tierra, que le abre un nuevo camino, entre las ramas de las hipomeas y los ciruelos silvestres... la mujer camina en nuevos pasos en la tierra ahora, portando en ella la luz de la sanación.

Agradezco inmensamente al corazón de la vida enviando sus latidos en luz de sanación... y vuelvo a mis realmos de vida.

...




o quizás, simplemente DESTEJER.click?
. punto. click
mmmm...
podría ser, también... es un buen momento, de entregar el tejido completo, y abrirlo a la luz de un Renacer... sucederá en unos días.

mientras este libro llega a su fin
en una espiral sinfin

Versión ORIGINAL del Libro Verde
que guarda los secretos del Largo Hilo de mi ANTES enredado corazón

desenredándose NuDO tras NUDO en un viaje de 3 vueltas de vida alrededor del sol
a punto a fines de este invierno, de OVILLAR ya las últimas hebras.




y que cómo lo Se?
porque el corazón sabe SIEMPRE
cuándo. dónde. cómo, con quién
(si o no)

y también
hasta dónde y hasta cuándo

(.o.)

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